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Aunque el texto en el que estés trabajando no sea precisamente argumentativo, si lo vas a colocar en algún espacio como los sitios web, en donde estás buscando una conversión, necesitas persuadir a tus lectores hacia tu propósito. Una de las formas para lograrlo es saber qué son los recursos argumentativos y la forma correcta de aplicarlos. 

Por eso, te hablamos de estos y algunos de los recursos lingüísticos para desarrollar argumentos en los textos que puedes emplear para el desarrollo de tu contenido comercial o literario.

¿Qué son los recursos argumentativos?

Cuando hablamos de recursos argumentativos nos referimos a herramientas lingüísticas y retóricas que se utilizan para construir y respaldar argumentos de manera efectiva. Estos recursos buscan persuadir, convencer o influir en la opinión de los lectores al proporcionar una evidencia sólida y lógica que respalde las afirmaciones presentadas. 

Los recursos argumentativos abarcan una variedad de enfoques, desde la presentación de ejemplos concretos y estadísticas relevantes hasta la incorporación de citas de expertos reconocidos en un campo particular. También incluyen el uso de analogías y comparaciones para hacer que los conceptos sean más comprensibles, la estructuración lógica del discurso para facilitar el seguimiento y la refutación de una postura determinada que sea contraria. 

Estos recursos también pueden apelar a las emociones y valores de la audiencia para establecer conexiones personales y, en última instancia, lograr una comunicación persuasiva y convincente en cualquier texto de corte profesional que se esté desarrollando.

Tipos y ejemplos de recursos argumentativos

Una vez que hemos revisado qué son los recursos argumentativos, podemos revisar cuáles son los que puedes usar con un ejemplo de cómo aplicarlos en la construcción de tu contenido. Sigue esquemas similares a estas estrategias discursivas para desarrollar argumentos en tus textos profesionales.

Ejemplo de recursos argumentativos con emociones y percepciones

  • Razonamiento lógico: utilizar la lógica y la estructura argumentativa para presentar premisas y conclusiones coherentes y racionales.

Ejemplo: primero, veremos cómo el ejercicio mejora la salud cardiovascular. Luego, exploraremos sus efectos positivos en la salud mental.

  • Emociones y empatía: apelar a las emociones y valores del público para generar conexión y simpatía hacia el argumento presentado.

Ejemplo: imagina el impacto que podríamos tener si cada uno de nosotros donara una pequeña cantidad para ayudar a quienes más lo necesitan. Juntos, podemos marcar la diferencia.

  • Refutación de objeciones: abordar y contrarrestar posibles objeciones o argumentos en contra para fortalecer la propia posición.

Ejemplo: si bien algunos argumentan que la pena de muerte disuade a los criminales, las estadísticas demuestran que los países sin pena de muerte tienen tasas más bajas de homicidios.

  • Anticipación de contrapuntos: reconocer argumentos contrarios y abordarlos antes de que el público lo haga, mostrando así una comprensión profunda del tema tratado.

Ejemplo: es cierto que aumentar los impuestos puede generar ingresos para el gobierno, hay que considerar un impacto negativo a la economía al reducir el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Ejemplo de recursos argumentativos con datos y estadísticas

  • Ejemplos y evidencias: se proporcionan casos concretos, datos estadísticos, testimonios y evidencia para respaldar un argumento.

Ejemplo: un estudio reciente demostró que las personas con educación universitaria tienen un ingreso significativamente más alto a lo largo de sus vidas.

  • Citas de expertos: referencia a opiniones o declaraciones de expertos para dar peso a la posición defendida.

Ejemplo: según el renombrado sociólogo Manuel Castells, la revolución digital ha transformado fundamentalmente la forma en que nos comunicamos.

  • Argumentos contrafácticos: explorar lo que habría sucedido en situaciones alternativas para resaltar la validez de un punto de vista particular.

Ejemplo: si no hubiéramos implementado estas medidas de conservación ambiental, es probable que nuestra región estuviera sufriendo graves problemas de contaminación y pérdida de biodiversidad 

Ejemplo de recursos argumentativos con figuras literarias

  • Analogías y metáforas: utilizar comparaciones para hacer que el argumento sea más comprensible y efectivo, al relacionar el tema con algo familiar para el público.

Ejemplo: la diversidad en un ecosistema es como los colores en un cuadro: cada tono contribuye a la belleza y vitalidad del conjunto.

  • Ironía o sarcasmo: utilizar tono irónico o sarcástico para destacar las debilidades de un argumento contrario.

Ejemplo: por supuesto, no hay nada más eficiente que esperar hasta el último minuto para empezar un proyecto importante. Quién necesita planificación cuando podemos abrazar el estrés en su lugar.

  • Uso efectivo de preguntas retóricas: plantear preguntas que no requieren respuesta, pero que provocan reflexión en el público y refuerzan el punto de vista del orador.

Ejemplo: ¿Acaso podemos realmente ignorar el hecho de que la inversión en educación es la clave para el progreso de una sociedad? ¿O preferimos quedarnos en la oscuridad, cerrando la puerta a oportunidades futuras?

Recursos lingüísticos para desarrollar argumentos en los textos

Ahora que sabes qué son los recursos argumentativos y que has visto cómo se desarrollan para que un texto o discurso sea más persuasivo, podemos hablar de otras herramientas. Además de estos tipos de recursos, para desarrollar tu contenido también cuentas con recursos lingüísticos para desarrollar argumentos en los textos.

Los recursos lingüísticos son herramientas que los escritores utilizan para desarrollar y comunicar argumentos de manera efectiva en los textos. Estos ayudan a fortalecer la persuasión, claridad y coherencia de los argumentos presentados.

¿Cuáles son los recursos lingüísticos para desarrollar argumentos en los textos?

A continuación, enlistamos todos los recursos lingüísticos con los que cuentas para hacer un texto más persuasivo. Aunque algunos son parecidos a los recursos argumentativos, recuerda que ambas categorías se diferencian en que los recursos son estrategias argumentativas y los recursos son herramientas. Para hacer un buen contenido, debes emplear ambos de la forma más adecuada.

  • Conectores y marcadores: palabras y frases que indican relaciones lógicas entre ideas. Ayudan a estructurar el razonamiento y presentar argumentos de manera coherente.
  • Repetición: insistencia en una palabra o frase clave a lo largo del texto para enfatizar un punto o argumento.
  • Énfasis: empleo de determinados recursos gráficos para resaltar palabras o frases clave que respalden un argumento.
  • Comparación y contraste: utilizar comparaciones para resaltar similitudes o contrastes para destacar diferencias, dando a un argumento superioridad.
  • Ejemplos y anécdotas: presentar casos específicos y situaciones concretas que respalden un argumento, para ilustrar y clarificar.
  • Preguntas retóricas: preguntas que no requieren respuesta, pero que guían al lector hacia una conclusión o reflexión específica.
  • Tono y estilo: adaptar el estilo de escritura para captar la atención del lector y generar interés en los argumentos presentados.
  • Citas y testimonios: declaraciones de expertos, estudios, estadísticas o testimonios que respalden los argumentos.
  • Exageración (hipérbole): usar afirmaciones exageradas para enfatizar la importancia de un punto de vista o resaltar la magnitud de un problema.
  • Ironía y sarcasmo: emplear un tono irónico o sarcástico para criticar o refutar argumentos contrarios.
  • Reticencia: dejar ideas o argumentos incompletos, dando la sensación de que hay más por descubrir, lo que puede aumentar el interés del lector.
  • Voz activa: usar la voz activa en lugar de la pasiva para enfocarse en la acción y destacar la responsabilidad de los sujetos en el argumento.

 

Cómo puedes ver, desarrollar un contenido que sea persuasivo y convenza a tus usuarios de tu propuesta no es una tarea sencilla. Sin embargo, sabiendo qué son los recursos argumentativos y cómo aplicarlos de la manera correcta a la par de ciertos recursos lingüísticos, hará que tus premisas sean claras y logres las conversiones que buscas.

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Autor: Tess

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