Formas de tratamiento: ¿los cargos van con mayúscula?

La colocación de las mayúsculas y las minúsculas es uno de los errores de redacción más comunes, pero también uno de los que más les resta atractivo a los textos. Existen ámbitos muy específicos en los que hay que saber cómo se usan estas grafías. 

¿Te has preguntado si los cargos van con mayúscula? o, ¿qué sucede en caso de tener que escribir nombres de carreras universitarias o los tratamientos de una persona? A continuación, te explicamos en qué consisten estos casos especiales y cuál es la ortografía correcta de cada uno.

¿Qué es un cargo?

Un cargo se refiere a una posición, función o puesto dentro de una organización, empresa, institución o gobierno. Es el rol o responsabilidad que una persona ocupa en una estructura organizativa.

Los cargos suelen tener una denominación específica que los identifica, como «gerente», «director», «secretario», «presidente», «jefe de departamento», entre otros. Estos cargos indican el nivel de autoridad, las responsabilidades y las funciones que la persona que lo ocupa debe desempeñar.

Entonces, ¿los cargos van con mayúscula?

La regla general, después de las últimas actualizaciones en diferentes academias de la lengua española, es que todos los cargos se escriben en minúsculas, pues se trata de sustantivos comunes. Aquí no se debe considerar si el cargo va seguido de un nombre propio, pues se seguirá escribiendo con minúscula, incluso si se encuentra en otro idioma. 

Sin embargo, sí hay ciertas excepciones en las que se permite que el cargo se coloque en mayúscula. Si el cargo se redacta en documentos administrativos, protocolarios, cartas oficiales y cualquier otro escrito que tenga un carácter de este tipo, sí se puede escribir “Presidente Juan López” en lugar de “presidente Juan López”, por ejemplo. Esta última construcción es la que se emplearía en un escrito no oficial, como un texto publicitario, periodístico o hasta en uno literario.

Cargos que incluyen un departamento u oficina

En algunas ocasiones, puede ser necesario que, al colocar el cargo, también indiques el lugar en donde se desempeña dicho cargo, es decir, el departamento u oficina, según sea el caso. En esta situacióno, se mantiene la regla que dice que el cargo se mantendrá en minúscula. Sin embargo, se permite que el departamento tenga mayúscula inicial.

De este modo, si estamos hablando de alguien que es un secretario de cierto departamento, puede quedar de esta forma: 

• “secretario de Defensa Nacional” o “secretario del Departamento de Defensa Nacional”. 

Esto no cambia si en la construcción se incluye el nombre de la persona:

• “secretario de Defensa Nacional José Pérez”

Ejercicio del cargo

Si se opta por no mencionar el cargo porque hablaremos de algo que involucra a toda una entidad, decimos que lo que escribiremos es el ejercicio del cargo, por ejemplo, la presidencia o el ministerio. Para este caso también aplica que dicho ejercicio deberá colocarse en minúscula.

El único momento en el que podrá ir con mayúscula el ejercicio del cargo es cuando el nombre del organismo está vinculado, pero no es el cargo por sí mismo. Por ejemplo, en el caso de México, sabemos que tenemos un presidente de México, el cual se coloca en minúscula. Sin embargo, contamos con un organismo llamado “Presidencia de la República” en donde “presidencia” sí es un ejercicio, pero no es un cargo.

Ortografía de las carreras universitarias

Hablar de cómo se escriben las carreras universitarias no solo involucra a la carrera por sí misma, sino que su ortografía puede generar dudas en algunas materias, profesiones y oficios. Es por eso que hay que desglosar algunos puntos para entender su ortografía.

En el caso de las asignaturas, que son las materias que se estudian dentro de la carrera o en otros niveles de educación, estas se escriben con mayúscula. Por ejemplo:

• El curso de Matemáticas incluirá el estudio de los tipos de ecuaciones.

Otro asunto son las disciplinas, las ciencias, las artes, las profesiones y los oficios. Indistintamente, todos se escribirán en minúsculas. Por ejemplo:

• El ingeniero López estudió la topografía del suelo para incluirlo en el proyecto de arquitectura.

En el ejemplo pasado, notamos que ingeniero es una profesión y topografía una ciencia, por lo que ambos se escriben en minúscula. En el caso de “arquitectura”, se puede referir al arte o a una característica, por lo que va en minúscula. Si hiciera alusión a la carrera universitaria, entonces iría en mayúscula.

Esta es una regla que también aplica para cursos, diplomados, conferencias, etc, en las que se imparte un conocimiento. Por ejemplo:

• Asiste al Ciclo de Conferencias Virtuales e Internacionales.
• Cursa el Diplomado Vida Saludable que ofrece el Gobierno del Estado de Veracruz.

Ahondando en este punto, se puede hacer la aclaración de que las diferentes academias de la lengua tienen algunas indicaciones particulares para la ortografía de las carreras universitarias, lo cual ocurre sobre todo cuando se habla del largo del nombre de la carrera.

Sin embargo, hay una comunión en el hecho de que todas las carreras deben escribirse con mayúscula, ya sea que se trate de una sola palabra o incluya varias disciplinas. Si esa carrera tiene antepuesto un nivel de especialización, también se colocará en mayúscula. Por ejemplo:

• El licenciado en Derecho intervino en la conferencia.
• Ella, que cursó una especialización en Dirección y Gestión Empresarial, ofrecerá un curso para los estudiantes.
• Revisa las materias del Doctorado en Literatura.

Ortografía de los tratamientos

Los tratamientos son formas de, valga la redundancia, tratar a un individuo, o también se refiere a los modos de dirigirse a una persona en función de su posición, título, rango o estatus. Estas expresiones se utilizan para mostrar respeto, cortesía y reconocimiento hacia la persona a la que se dirigen. 

Por lo general, estos tratamientos se encuentran en textos que tienen públicos muy específicos, como las cartas, newsletters u oficios, o en otros más técnicos como las biografías o las semblanzas.

Algunos de los más comunes, que se emplean en el argot cotidiano, son:

• «Señor» y «Señora»: se utilizan como formas de cortesía al dirigirse a una persona adulta sin especificar su estado civil. Por ejemplo, «Señor Pérez» o «Señora Gómez».
• «Don» y «Doña»: son tratamientos más formales y tradicionales que se utilizan antes del nombre de una persona adulta para mostrar respeto. Por ejemplo, «Don Juan» o «Doña María».
• «Señorita»: se utiliza para dirigirse a una mujer joven o soltera. Por ejemplo, «Señorita Pérez».

Además de estos, existen tratamientos más específicos y formales que se utilizan en contextos particulares, como en instituciones gubernamentales, militares o religiosas, o según cierto grado de estudio.

Hay que considerar que los tratamientos pueden variar en diferentes culturas y contextos sociales, y es recomendable utilizarlos adecuadamente según las normas y costumbres del lugar en el que te encuentres.

Hasta hace algunos años, la regla indicaba que los tratamientos de cualquier índole, colocados antes del nombre propio o en solitario, se escribían en mayúscula. Sin embargo, todas las academias concuerdan en la actualidad en que estos tratamientos deben ir en minúscula. Por ejemplo:

• Al nuevo salón le pusieron el nombre de sor Juana Inés de la Cruz.
• Conocí a don Juan cuando era muy joven.
• El doctor Sánchez cursó sus estudios de doctorado en la Ciudad de México.

Aunque parezca sencillo, las dudas acerca de si los cargos van con mayúscula, y también otros ámbitos como las carreras y los tratamientos, siempre persisten. Una correcta ortografía hará que tu texto se vea más prolijo y limpio, lo que llamará la atención y le dará la seriedad y autoridad que necesita. 

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